La cuestión del salario mínimo y la mentalidad de los pobres

Cuando escriba el término "pobre" me referiré a aquellas personas escasas de mentalidad que, aunque suelen coincidir generalmente con aquellas pobres de estrato, no son lo mismo. Pobre es aquella persona que es enemiga del trabajo, espera que el gobierno le genere un aumento en sus ingresos y no concibe ideas emprendedoras. 
Con el inicio del 2014 se estableció un aumento en el salario mínimo calculado a partir de la tasa de inflación para el nuevo año y el aumento en la productividad. La tasa de inflación quedó en 1,89%, mientras que el aumento en la productividad fue del 2%. En condiciones normales el aumento del salario mínimo, siguiendo la teoría económica, debió haber oscilado alrededor del 3,89%. Sin embargo no fue así: se acordó un aumento del 4,5%. En otras palabras se les regaló un 0,61% a los trabajadores que en esta ocasión salieron victoriosos. 
Ahora, mirando en las redes sociales y noticieros, me he podido percatar que, no obstante, la gente trata de ladrones a los empresarios ya que el aumento en su salario se basa en unos míseros 20.000 pesos. Tienen razón, 20.000 pesos es poco. Pero si a mi me regalaran plata, yo no protestaría porque el regalo fue chiquito. Ese 0,61% fue un regalo y, así como pudo ser más, pudo ser menos.
Teorícamente debió ser menos.
Puedo entender que la gente no sepa que un alto aumento en el salario mínimo genera desempleo y eso desestabiliza cualquier economía, ya que no todos lo saben. Pero no puedo entender la mentalidad del pobre que quiere que le regalen todo. 
Señor pobre, si su costo de vida aumentó una cantidad y además tuvo un cierto nivel de progreso, su remuneración debería ser igual a la suma de esos dos términos. No deberían regalarle nada. Si quiere un mejoramiento considerable en su nivel de vida, ¡gáneselo! No espere que las negociaciones provoquen una lluvia de dinero sobre su casa. Eso no existe.
El pobre puede ser buen empleado y lo que sea, pero no tiene educación financiera. Como ciudadanos todos deberían saber que nada es gratis en la vida, y si se quiere mejorar debe ser por obra propia, no del gobierno. Reclamarle al gobierno porque los regalos que se recibieron no son suficientes es de pobres. Es de gente que nunca progresará y quedará estancada en la pobreza por innumerables generaciones. Culpa de ellos.
¿Qué tal si en cambio de gastar el tiempo invertido en quejarse trabajaran un poco más y generaran unos ingresos extra? Ese capital podría invertirse en algún activo y podría empezar a generar ingresos pasivos, aumentando el nivel de vida considerablemente. No es tan difícil empezar a crecer para el que lo quiere. El que es pobre lo es porque quiere, no porque no tenga más opciones.
Existe una enorme diferencia entre ser pobre y no tener dinero.