Mi Luna

Dicen por ahí que la Luna es culpable de las altas mareas y las fuertes olas que golpean las tierras. Dicen también que la Luna es capaz de matarte a besos transportados por las olas en su imponente frenesí. Son muchos los locos que afirman que la Luna tiene el deber de mover las aguas, como el viento mueve las hojas.
Dicen también que los humanos estamos hechos de agua, que una parte de nosotros es líquida y fluye por nuestro cuerpo. Esa agua que soy es columpiada por la Luna durante las veladas, provocando un alboroto interno, haciéndome experimentar sensaciones infinitas e induciendo a las aguas para que acaricien mi cuerpo desde adentro.
En el momento que fue una persona, y no la Luna, quien movía mis aguas, desencadenaba mil emociones y me mataba a besos; fue el día que conocí la razón de la existencia.

Mírala bien

¿Ves en el cielo esa esfera de luz con cráteres? Sí, es la luna. 
No estoy junto a ti para señalártela, de hecho estoy bastante solitario escribiendo palabras inspiradas en ti, pero esa luna que ves es la misma que veo yo. Mírala bien, tal vez encuentres mi reflejo y si no, simplemente quiero que sepas que no importa la distancia, los recuerdos trascienden el tiempo.

Finalmente

Alguna vez me contaron la historia de un hombre que no era como cualquiera. Este hombre desarrolló un gran talento, que consistía en poder escapar de sus pesadillas. Cada vez que se iba a dormir y los sueños le regalaban una mala noche, él era capaz de suicidarse dentro del mundo onírico y así despertar, acabando con la pesadilla.
Hace unos meses tuvo un día decepcionante, de esos en los que nada sale bien y sólo dan ganas de olvidar todo y esperar al siguiente amanecer. Fue tanta su desesperación que su mente le hizo el mayor favor que jamás pudo hacer, y fue engañarlo. Le hizo creer que su vida era una pesadilla. Se suicidó.
Despertó, murió. Ahora experimenta la verdadera vida.