2012


Años van, años vienen. Desde el primero de enero de 1996 vengo celebrando el año nuevo con uvas, una maleta y mi familia, nada sobrenatural. Anteriormente me dedicaba a escribir un poco sobre el año que estaba a punto de fallecer, darle la bienvenida a los siguientes 365 días y gastar un poco de palabras.
No pienso perder la tradición, así que aquí me despacho.
No considero un error decir que este ha sido el mejor año de mi vida, de mi corta existencia en realidad, por esos pequeños detalles que crearon todo un ambiente de felicidad, tristeza, lecciones, emoción, amistad y vida. 
Empecemos en orden cronológico, ¿por qué no? De una vez viajemos a Febrero. Aquel mes donde el sufrimiento fue el pan de cada día, estábamos en décimo con una carga académica infernal, y el estrés nos comía vivos. Hubo lágrimas, súplicas de clemencia, caos, dolor. Creo que es lo que más le agradezco al colegio en estos 15 años de educación. ¡Aprendimos a vivir a la fuerza! Descubrimos que no todo en la vida es trabajo, que el trabajo se tiene que disfrutar y si no, no vale la pena. La misión en la vida no está definida y, aunque para mi sea nada y la felicidad a la vez (discurso aparte), es claro que trabajar no es nuestra misión en la vida. E igual trabajamos duro, con empeño, fuerte, pero disfrutándolo y dejando de lado el inútil estrés. La vida se hacía más fácil.
Llegaron abril y mayo. Barcelona y Bayern Munich llegaron como rivales de Chelsea. Debo admitir que mis esperanzas eran pocas, casi nulas, pues mi equipo venía en un bajón impresionante y nadie esperaba nada de nosotros. Llegó primero el equipo catalán, el dueño de mis más profundos rencores, al que siempre he criticado por ser tan sucio y habernos quitado de nuestras manos aquella final de la Champions League 2008/2009. Era la hora de la venganza. Drogba, Ramires y Torres fueron los héroes de aquellas dos tardes, que me hicieron gritar como pocas veces lo había hecho. Misión cumplida: llegamos a la final de la Champions eliminando al equipo que siempre habíamos odiado. Era el turno de los alemanes. Su casa, su estadio, su gente, nuestro trofeo. Así fue, el mejor día de mi vida estuvo caracterizado por llanto de tristeza y alegría, por gritos, saltos, baile, euforia y la consecución de la primera Champions League para un equipo que durante años la buscó, sin tener suerte. ¡Justicia divina dicen mis amigos! Y sí, eso fue. Nadie mostró más pasión que nosotros, más voluntad de salir victoriosos, y la suerte nos acompañó. Jamás olvidaré ese momento en el que las lágrimas pasaban por mis labios que a su vez gritaban "GOL", cuando Drogba se alzó hacia los cielos y de cabeza hizo la que sería la anotación más importante en la historia de un club. Los penalties, ni hablar, las lágrimas me impedían ver bien, sin embargo pude vislumbrar a ese negro corriendo tras la pelota, empujándola hacia las redes y dando a la hinchada la alegría buscada durante años: fuimos campeones. 
Llegaron las vacaciones en junio. Habían pasado ya muchos momentos felices que podrían estar en estas palabras, pero no los recuerdo bien, puesto que hay que olvidar las alegrías para darle espacio en la memoria a emociones nuevas. Transcurría agosto y yo, como era de esperarse, pasaba las noches gastando mi teclado en ese espacio que llamamos “Twitter”. Me llegaron un par de mensajes de unos tales @LemasaCDLM y @Maugor, unos señores que  dirigen un programa de 306radio llamado “Soccer306”. Estaba adentro. Sí, un pequeño de 16 años se uniría en agosto a un programa de radio en el que se habla de fútbol internacional. La euforia indescriptible, la emoción para no contar, me eligieron. Ya son 4 meses trabajando cada lunes allá y es, sin duda alguna, una experiencia de incalculable valor. No era todo. Tenía, los sábados, un espacio para dirigir un programa. ¿Sobre qué más iba a ser sino Chelsea? OnlyChelsea306 es el nuevo de tal proyecto que dirijo donde mis amigos trabajan junto a mí. Vamos para algo grande.
Después de unas merecidas vacaciones en el país de las hamburguesas, la vida plástica y la falsa perfección, era hora de entrar al colegio. Es impresionante lo que influyó en mi la experiencia de Febrero, he hecho de Once un año muy grato. He trabajado muchísimo, trasnochado estudiando y cumplido con mis deberes; pero el sufrimiento ha sido mínimo. He podido mantener mis amistades, mis enemistades y todos mis compromisos sin algún tipo de sufrimiento. Gracias Febrero.
Pasaron 2 semanas de colegio y llegó el 16 de septiembre. Maravilloso, cumplía 17 años y sería un cumpleaños organizado por mi donde la gente va porque los invito y todo el cuento. No. Cambiaron las cosas. Con un poco de conchudez, encargué a las que eran en ese momento mis dos mejores amigas a hacerme algo. Volví de programa de radio, me encontré con ellas y encontré muchos detalles que habían organizado para mi. Había momentos en los que no lo podía creer, pues ellas lograron demostrarme que las grandes cosas no se dan a través de elementos de magnitud enorme, sino con pequeños detalles que de a poco empiezan a llenar el corazón.
Noviembre. Se acercaba la entrega de notas y, como es habitual, el Ultimo Sorriso. Siempre he tenido fama de ser mal bailarín y bueno, seamos serios, está justificado ese título. Sin embargo no me importó, y entré en la coreografía de ‘Gangnam Style’. Sufrí mucho la tarde en la que aprendí tal baile, pues mi motricidad no es envidiable, sin embargo pude entender todos los pasos. No era perfecto, no se acercaba ni un poquito, pero algo estaba. Fue en este baile donde aprendí una lección inmensa: no bailé bien en la presentación pero lo disfruté como nunca, sentí por un segundo la música y transmití esa alegría interna a mi cuerpo. Lo logré; después de la presentación recibí muchas felicitaciones, al parecer fui la revelación. La actitud supera a la aptitud.
Finalmente llegó el último mes. Millonarios había pasado el ‘todos contra todos’ de primero, los cuadrangulares también, estaba en la final. Medellín sería la siguiente víctima. Por cosas del destino fue imposible ver al equipo en vivo en semejante partidazo, sin embargo conseguí un buen lugar. Como Chelsea, tras un 1-1 el equipo azul se fue a los penalties. Delgado fue el héroe tal noche, tapando el último cobro y regalándole a la hinchada bogotana la estrella número 14, un honor que había sido esquivo durante 24 años. Era turno de ir al parque de la 106, donde en el remoto 1988 mi papá se dio el lujo de celebrar la conquista del título número 13. Mi turno de volverme loco. ¡Así fue! Con la camiseta de Chelsea puesta, pero con el escudo de Millos en el corazón, volví a ser un niño pequeño que grita, salta, se abraza con desconocidos y lanza harina a todo dar, como si no hubiera un mañana. Una de las mejores experiencias de mi vida.
El viaje a Barranquilla, el concierto de Artemia, los entrenamientos de olimpiadas, entre otros, son algunas de las experiencias que omití. No porque no merezcan ser narradas, sino porque los dedos empiezan a pedir descanso, mientras la mente sigue divagando en los recuerdos describiendo una sonrisa en mi rostro.
Quiero agradecer a muchas personas. A mi familia, a Juan Diego por estar siempre ahí, a Andrea por ser la definición de amiga, a Laura por abrirme su corazón y permitirme llamarla “amiga”, a Ivana por sacarme una sonrisa incluso cuando me mira feo, a mis amigos de Only Chelsea, a la gente de la emisora, al entrenador de fútbol, a mi profesor de guitarra, a los tuiteros, a los no tuiteros, a los humanos, al gato, a todos. Cada una de las personas han influido en mi vida positivamente: quienes me quieren llenaron de cosas bonitas mi corazón, y los que no, enseñaron mil lecciones que me hacen mejor persona.
Esto quedó en mi cabeza durante 2012. Espero eliminar todos estos recuerdos, no volver a pensarlos en muchos años para tener mi mente limpia de buenas memorias y permitirle entrada a muchísimas más. Cuando vuelva a leer esto recordaré, y sabré que cientos de personas hicieron de 2012 algo espectacular.
Gracias infinitas.



A tu humanidad

Me causaría un dolor profundo incluir en mis palabras la suciedad de las mentiras, decir las cosas de una manera diferente y abandonar mi camino a la Verdad. 
¿Qué clase de enfermo puede equiparar la luz de tus ojos a la luminosidad infinita de las estrellas? Maldito sea quien te compare al sonido de las hojas movidas por el viento, quien te diga que sin ti moriría, quien te dice que su amor supera lo natural.
Lo que me haces sentir es diferente, sí, provocas un cosquilleo interno que a veces no puedo describir, ocupas mi mente la mayoría de mis tiempos y daría mucho por ti; pero no eres una estrella, una hoja, una razón de ser. Eres simplemente el amor que por fin encontré.


Para la siguiente nada

Teniendo en cuenta que pasaste, pasas y pasarás; eres.
Cuando pienso en ti el tiempo me recuerda que tu presencia me acompaña, pero, metiéndose en lo pragmático, ¿eso realmente importa?
Pasaste; no sirves en mi futuro. Pasas; en mi porvenir seguirás sin valer. Pasarás; en un futuro posterior serás un cero a la izquierda.
Todo tiempo existente es un pasado pasado, un presente pasado o un futuro pasado. Tú, aunque creas valer algo, no eres más que mi próximo olvido.


La timidezza

"Appena seppi, solamente, che esistevo
E che avrei potuto essere, continuare,
ebbi paura di ció, della vita.
Desiderai che non mi vedessero,
Che non si conoscesse la mia presenza.
Divenni magro, pallido, assente,
non volli parlare perché non potessero 
riconoscere la mia voce; non volli vedere
perché non mi vedessero.
Camminando, mi strinsi contro il muro
come un'ombra che scivola via.
Mi sarei vestito di tegole rosse, di fumo,
Per restare li ma invisibile,
Essere presente in tutto, ma lungi,
conservare la mia identitá oscura,
legata al ritmo della primavera."

La timidezza, Pablo Neruda.

Antes de dormir

Antes de dormir estoy despierto. Medio despierto. ¿Qué tan despierto? Realmente muy poco.
Cuando duermo no estoy despierto. Un poco despierto. ¿Qué tan despierto? En realidad mucho.
¿Qué es la vida sino un sueño? ¿Qué es el sueño sino la más bella representación de la vida? Me gusta pensar que antes de dormir me preparo para vivir.
Me despido de mis amigos, me cepillo los dientes, me pongo algo cómodo y mi cabeza empieza a navegar. Experimenté eventos mientras el sol se mostraba, ya tengo una base para la verdadera vida. Ahora, con el anti-pasto disfrutado, me acuesto y empiezo a sentir. Mi mente vuela, pasa un túnel y se transporta a un universo que las mentes mortales desconocen. He llegado a la Verdad. 
Antes de dormir me preparo, luego vivo.

Empiezo a desconocerme

Empiezo a desconocerme. 
¿Quién soy? ¿Qué pienso?
¿Qué necesito? ¿Qué quiero?
¿Qué existe y qué no? 
Todo. Nada. 

Caminando sobre una cuerda

PROSA:
A veces se relatan historias para describir un sentimiento. Otras muchas ocasiones se guardan emociones en la cabeza. Este no es el caso, para ninguna de las dos.
Qué curiosa es la gente que pasa por la calle, que respira y deja respirar, pero que nunca se fija. Jamás se detienen a pensar qué pasa por la cabeza de las personas, y por eso vengo yo a contarles qué ideas navegan por la mia.
Estoy caminando sobre una cuerda. Delgada, muy fina, sostenida por dos columnas que le permiten flotar en el vacío aire. E igual camino encima, tratando de sostenerme y llegar a una meta que no puedo vislumbrar; está muy lejos. Si caigo muero, me enamoro, me hago débil, caigo en sus garras. ¡Y no es difícil caer! Pero acá sigo, soportando la tentación de luchar por estar en sus brazos, una esperanza que jamás superará la barrera de la ilusión.
¿Para dónde voy? No tengo idea. Pero sé que sin ayuda no llegaré a otro lado diferente a la sufrida ilusión. Y sin embargo estoy solo. Necesito una luz, una vida, un faro que me muestre el puerto, una persona que me coja de la mano y me lleve a mi destino.
Odio esta maldita cuerda y la amo por separarme del dolor, pero no quiero tenerla más bajo mis pies.
Ya llegarás, luz. Y tus ojos serán los mios para encontrar el final de esta cuerda y romper la maldición. 
Te amo, y te quiero conocer.


VERSO:

Una frágil cuerda describe
Mi trayectoria, es muy ligera,
Débil como yo. Y mi existencia vive
Escapando de ti, maldita seas.

Caeré sin ayuda, estoy al borde 
De morir, de caer, de llegar
al Amor. No quiero esa verde
Esperanza, una falsa ilusión.

Pero llegará alguien, unos ojos
Que iluminen mi camino, una vida,
Un faro que me muestre el puerto.

Tal vez estuve siempre muerto.
Pero llegará el día en que
De su hechizo al fin esté exento. 

¿Se puede hablar de un justo medio?

Muchos siglos atrás, cuando los griegos pensaban mucho, un señor filósofo llamado Aristóteles habló por primera vez de un "justo medio" como principio fundamental del bien. 
¿Qué es el justo medio? Simplemente moderación, saber que las cosas se hacen sin exagerar, ni muy poco ni mucho. Un ejemplo: comer fruta se debe hacer, pero no se debe exagerar tampoco, entonces se debe encontrar un medio entre "no comer" y "comer mucho", que sería "comer algunas veces".
Parece muy obvio, pero curiosamente este principio no puede existir. 
Al decir "se debe aplicar el justo medio" hay una contradicción. Al decir "se debe" ya está dando la noción de obligación perpetua: siempre que haya una acción, se debe aplicar el justo medio. 
¿Pero "siempre" no es una exageración? Así es, es demasiado, entonces, por el principio de justo medio, no se puede aplicar siempre, sólo en algunos casos. Es decir, en algunos casos sí, en otros no. 
Pero en tal caso habrá momentos donde no se debe aplicar, por lo tanto el principio está diciendo que no se debe aplicar a veces.
El justo medio parece haberse negado a sí mismo.

Érase una vez y luego dos veces para que terminaran siendo tres

Érase una vez y luego dos veces para que terminaran siendo tres.
Una historia que empezó con un inicio y terminó con un final.
"La tercera es la vencida" dijeron para que fuera especial,
Pero yo no creo, no quiero cambiar nada esta vez.


Fallé al inicio y luego por segunda vez,
Pero creí que cambiaría con el tres.
Sin embargo no fue así, nada especial,
Porque el tres es un número normal.


Tal vez cuatro, cinco, seis o incluso siete,
Tal vez alguien vaya hasta el diecisiete,
No importa el número, sólo que sea natural
Porque los negativos no tienen nada de especial.


Ya no sé que digo, sólo sé que digo algo
Digo algo que simplemente es algo
Pero algo es claro, lo digo otra vez
Y es que después del dos, siempre sigue el tres.

No todo pasa por algo

"No te preocupes que todo pasa por algo", dijeron por ahí. 
Siempre que ocurre algo, positivo o negativo, "pasa por algo", al menos eso dice la sabiduría popular.
¿Las cosas son así? ¿De verdad estamos dispuestos a creer que los acontecimientos que suceden son siempre con un objetivo humano único? 
Creamos o no creamos en un Dios, en un orden natural perfecto o en un destino; nunca estamos libres de pensar que cada uno de nosotros tiene un objetivo en la vida. Algunos quieren felicidad, otros reconocimiento, otros simplemente sufrir lo menos posible, pero todos tenemos un objetivo. Pasamos años enfocándonos en ese objetivo que nos proponemos y, cuando nos alcanzan los percances, decidimos no preocuparnos porque a fin de cuentas "todo pasa por algo". 
Yo no pienso que sea así. Las cosas no "pasan por algo", simplemente pasan. Pasan porque así tenían que pasar. Tenían que pasar porque sí, no sabemos por qué. A mí se me hace descabellado que la naturaleza organice sus eventos de tal manera que nosotros podamos conseguir nuestros objetivos de vida. No es así. Las cosas no pasan por algo, simplemente pasan.
Como ya dije en una anterior entrada, no nos preocupemos por la realidad que nos rodea, simplemente adaptémonos y dejemos que las cosas pasen, sin pensar que "todo pasa por algo".

Son condiciones, no problemas

Hoy, viendo una representación de la historia de la humanidad, algo no me pareció correcto. Antes de ella, como sinopsis, una amable mujer se refirió a tal representación como "la historia del Universo". 
¿Entonces se supone que la historia de la humanidad y la historia del Universo son coincidentes? ¿Todo empezó gracias o por culpa del humano? Yo creo que no.
Un error, para mí, que ha cometido el hombre a través de los tiempos, es pensar que el ser humano es el protagonista de tales tiempos.
No es así. El hombre no es la especie más grande, tampoco la más pequeña. No es la especie con mayor población, tampoco la de menor. Simplemente es un ser más. ¿Por qué pensar que somos la "raza" superior? El hecho de ser "racionales" no es la gran cosa, tal vez las aves crean ser superiores por tener el don de volar. No hay motivo para aislarnos.
Por lo tanto nuestros "problemas sociales" no son problemas, son sólo cuestiones de la naturaleza. Nos preocupamos por desigualdad, pobreza y un montón de cosas que parecen terribles; pero cosas similares se ven en otras especies. El león se come a la gacela y no por eso hay una revolución asociada de gacelas en contra de la superioridad del león; simplemente se adaptan a la naturaleza y a sus condiciones.
Son condiciones, no problemas.
Lo mismo pasa con los humanos, luchar por los "problemas" es una pérdida de tiempo, porque no hay razón para luchar, simplemente la naturaleza da las condiciones que deben seguir los humanos en sociedad y las personas se deben adaptar.
¿Nací en un país pobre y hago parte de la clase media? Está bien, no voy a pelear contra la naturaleza. Simplemente me adapto y miro cómo hago para mejorar mis condiciones. Si mi misión en la vida es sobrevivir y tener el mayor bienestar posible, busco eso. No me pongo a buscar "soluciones" de los "problemas" de la humanidad porque no hay, son condiciones que se dan y listo, la gente se tiene que adaptar. El que no se adapta, muere. Como para todas las especies.
Si somos leones, seamos leones que se adaptan.
Si somos gacelas, seamos gacelas que se adaptan.
Si somos humanos, seamos humanos que se adaptan.

La 'Champions' llega a su fin y Mourinho revela una gran verdad

La Champions League 2011/2012 llega a su momento cumbre y ya quedan sólo cuatro equipos. Chelsea, Real Madrid, Barcelona y Bayern Munich disputarán la copa: en las semi-finales los culés enfrentarán a los 'blues' y los merengues harán lo propio con los teutones. A falta de un par de semanas para los encuentros, Mourinho, técnico del Real Madrid, ha hecho una declaración para analizar: "la final no será Chelsea vs. Real Madrid." Esto es lo que yo pienso acerca de la acertada declaración del portugués:
Antes hay que tener en cuenta dos cosas: en primer lugar, Platiní afirmó hace un mes que le sería grato ver una final Real Madrid vs. Barcelona. También es importante notar que Platiní, siendo hincha del Barcelona, no disfrutaría ver al Real Madrid campeón de la 'Champions'.
Pensemos, ¿qué puede pasar en el Chelsea vs. Barcelona? Hay dos posibilidades:
1- Barcelona elimina a Chelsea (lo más probable). Aquí seguramente veremos un Real Madrid vs. Barcelona en la final, como dijo Platiní, aunque no descarto la posibilidad de un Bayern Munich vs. Barcelona. 
2- Chelsea elimina a Barcelona (que sería sorpresa). Siendo sinceros, Chelsea, si pasa a la final, sería el equipo débil y su rival tendría altas probabilidades de ser campeón. Entonces, si pasa el Real Madrid, Platiní correría el riesgo de ver al rival del equipo de sus amores como ganador, lo cual sería catastrófico. Y no puede robar el partido a favor de Chelsea, porque las finales las ven en todos los lugares y ya sería descarado robar el partido. Si se dan cuenta, las finales de Champions League normalmente son limpias. Así que, si pasa Chelsea, no puede pasar Real Madrid. Entonces la final sería Chelsea vs. Bayern Munich.
En conclusión la final más probable es Real Madrid vs. Barcelona, pero también existe la posibilidad de ver al Bayern enfrentando al Barcelona o Chelsea. Pero no veremos un Real Madrid vs. Chelsea.
Mourinho es un genio.

El corazón, el peor consejero - Fabio Fusaro

"Cuando algo nos duele, lo que necesitamos es alivio inmediato. Si nos quemamos un dedo lo primero que sucede es un acto reflejo de retirarlo del fuego y enseguida lo soplamos o lo metemos abajo del agua. 
En cuestiones de dolores de amor queremos hacer lo mismo, pero nunca funciona.  Queremos sin pérdida de tiempo que eso tan feo que sentimos desaparezca. ¿Y cuál es la única forma de que desaparezca el dolor porque tu novia te dejó? Que vuelva.
En realidad esto no es cierto, pero hoy en tu mente no cabe la posibilidad de reemplazarla u olvidarla. No te preocupes. Es normal que así sea.
Es entonces cuando debemos saber separar lo que nos dice nuestro corazón de lo que nuestra mente. Nuestro corazón nos hace hacer cagadas. Siempre. ¿Por qué? Es simple: Porque no piensa. Para pensar está la mente. El corazón está para sentir.
Y no sólo que el corazón no sirve para pensar, sino que en estos momentos está lastimado.
Un pie no sirve para agarrar un vaso, para eso está la mano. Imaginá entonces intentar agarrar un vaso con un pie y encima que ese pie esté lastimado. Se entiende ¿no?
Es muy común también que en estos casos recibas una parva de consejos de familiares y amigos, que con sus corazones enteros te dirán qué hacer. Pero te sorprendería ver que ellos en tu situación no harían nunca nada de eso que hoy están aconsejándote.
"Antes de la pelea, todo el mundo dice lo que tenés que hacer, pero cuando te subís al ring te sacan hasta el banquito." - Ringo Bonavena.
Cuando tengas necesidad de escuchar su voz, tu corazón te va a decir: "¡¡Llámala ya mismo!!"
Cuando tengas necesidad de verla, te va a decir: "¡¡Andá a buscarla!!"
Cuando tengas necesidad de que te quiera; te va a decir: "¡¡Mandale flores!!"
Y vos, en la necesidad de sentirte mejor de manera inmediata, lo vas a hacer. Y es ahí donde vas a estar moviéndote para salir de las arenas movedizas. 
Por eso, para aconsejar está la mente. Claro que es muy difícil separar inteligencia de sentimientos, pero no queda otra que intentarlo porque sino nos hundimos.
No es fácil. No es nada fácil. Pero lamentablemente, lo fácil, o lo que nos dicta el corazón, nunca o casi nunca nos da los resultados que deseamos. 
En resumen, es momento de decirle: "Querido corazón, vos mejor no opines. Dejá que mi cerebro maneje esto, porque vos estás hecho mierda. Mejor descansá, tomate unas vacaciones. No jodas".
Lo que pasa es que muchas veces el turro se hace el desentendido y en cuanto nos distraemos vuelve a arremeter con uno de sus consejos espantosos. Así que hay que estar alerta para no dejarse sorprender. Más adelante te va a agradecer a vos y a tu mente por haber manejado la situación de la manera que lo hicieron y así haber logrado que se sienta bien." 


- Fabio Fusaro, "El corazón, el peor consejero", "Mi novia, manual de instrucciones".

Grandes detalles

"A veces la vida sólo da problemas. Problema tras problema, no deja un minuto de paz y tranquilidad. Cuando parece que no hay salida, que la vida no va a dejar de presionar, es que hay que darse cuenta de cuáles son las cosas buenas. Los problemas están ahí y no van a desaparecer como si nada. He aprendido que es mejor dejarlos a un lado, sin olvidar su importancia. Cada día está lleno de detalles que hacen que todo valga la pena. Esos pequeños momentos en donde es fácil darse cuenta de quienes son las personas verdaderamente importantes. Esos momentos en los que la vida parece perfecta, aunque sea por un mínimo fragmento del día. Esos momentos en donde todo lo demás es insignificante. Esos detalles que hacen cada día diferente, que se salen de la rutina. La vida nunca dará un día sin esos detalles. Por más negro que parezca, cada día tiene algo que hace sonreír, que permite ser feliz. He aprendido a mirar esos detalles y a vivir en función de la gente que me importa, la gente que quiero. Los problemas están ahí y no se van a ir por estresarse. Es importante concentrarse en ellos y en solucionarlos, pero hay que pensar qué es realmente importante, la felicidad. Lo principal, para mí, es la gente que hace importantes esos pequeños momentos, la gente que hace todo valer la pena. Esa es mi prioridad, lo demás es secundario, y quiero vivir en función de esos grandes detalles."  -Anónimo.

¿Por qué los sentimientos son tan valorados?

Pensando en la teoría del filósofo inglés Hume, las percepciones que experimenta el humano se pueden dividir en "impresiones" e "ideas". En palabras más sencillas, el hombre siente cosas en un determinado momento (impresiones) y en un futuro reflexiona, recuerda y piensa sobre ellas (ideas).
Un importante corolario de tales definiciones radica en que las impresiones son más 'fuertes' que las ideas. ¿En qué sentido más fuertes? Si yo me golpeo con la mesa, el dolor de tal impresión será bastante fuerte, sin embargo si en 3 años recuerdo el golpe, el dolor que experimente en tal idea será mucho menor al experimentado en la impresión.
Dolor físico, sorpresa, cansancio, pereza, nervios, entre otros, son impresiones de un instante que, aunque fuertes en su momento, disminuyen durante el pasar del tiempo. Sin embargo el amor, odio, felicidad, tristeza y similares no funcionan según el mismo criterio, ya que pueden perdurar en el tiempo y, tristemente, la fuerza de la impresión no es mayor a la de la idea. Poniendo un ejemplo concreto: si yo estoy enamorado y en algún momento veo a la persona que amo y siento "amor", la impresión será bastante fuerte. Si sigo enamorado, después de un determinado momento, puedo recordar la imagen de la persona que amo y, curiosamente, la idea de la persona tendrá la misma intensidad o fuerza que la impresión: el "amor" se siente igual.
He ahí el problema: los sentimientos perduran en el tiempo porque son procesos mentales duraderos y no físicos de un momento inmediato, son ideas que no pierden intensidad con respecto a las impresiones y, por lo tanto, son algo especial a lo cual el humano da demasiada importancia, a veces en exceso.

Feliz cumpleaños, Chelsea FC

Hoy, 10 de marzo de 2012, se conmemoran 107 años de la fundación del equipo de mis amores, Chelsea Football Club. Son 107 años de historia, tradición, hinchada, leyendas, felicidad; y, aunque los sigo desde hace mucho menos que 107 años, siento que hago parte de la historia del club. 
Tal vez ni el dueño, ni el presidente, ni los jugadores saben quién soy, pero yo quiero decir "gracias".
Gracias por tantas alegrías, gracias por tantas tristezas, gracias por tantas emociones. Gracias por darme aunque sea 90 minutos para olvidar mis problemas, gracias por traerme más problemas. Gracias por darme un camino hacia conocer gente maravillosa, gracias por darme un camino hacia conocer gente con la cual debatir, gracias por abrirme los ojos y hacerme notar quien no vale la pena. Gracias por enseñarme tanto de fútbol, de valores, de la vida en general. Gracias por ser mi equipo. Gracias por ser mi vida. Gracias por ser tan especial. 
Feliz cumpleaños, Chelsea Football Club.

¿Vale la pena luchar por los sueños?

Imposible que alguien no tenga un sueño que, al parecer, es imposible de realizar. Imposible que alguien viva sin soñar. Imposible que se pueda soñar sin divagar.
Todos tenemos sueños, caracterizados por parecer lejanos, ya que las cosas más difíciles son aquellas que más se valoran. Algunos sueñan con mujeres, otros con viajes, profesiones, hobbies, hay muchas cosas por soñar. ¿Pero vale la pena escapar de la realidad para seguir los sueños?
Suele pasar que la costumbre de una vida normal pueda limitar la imaginación, sin embargo cada persona tiene la capacidad de ver más allá de su realidad y, divagando un poco, empezar a soñar.
Todos quieren tener algo que los diferencie, algo que los haga felices, algo que tal vez no haga parte de la cotidianidad pero que resulta especial, algo aparentemente utópico.
Yo pienso que soñar es la cosa más hermosa del mundo. Tenemos una vida, una sola, como para desperdiciarla siguiendo un sistema que no es de nuestro agrado. Cada segundo que pasa es un segundo de oportunidad que se pierde, nada es imposible; con pasión y esfuerzo todo es realizable. Tal vez se reciban críticas, no falten obstáculos, el camino sea duro, pero en eso se basará la alegría cuando se cumplan los sueños: la satisfacción de un trabajo bien hecho. El sólo hecho de haberlo intentado ya es una actitud ganadora, para mí es perdedor quien no intenta conseguir sus metas y se predispone a la derrota. 
Por eso, sin excederme mucho más, invito a una reflexión. ¿Vale la pena tener una vida normal, o resulta mejor perseguir los sueños que tenemos?

Entendiendo a Fernando Torres

Antes de empezar, me gustaría aclarar algo, éste escrito no es de lamento, pedir entendimiento, compasión, nada de eso. Simplemente quiero desahogo, ya que escribir es una forma de encontrar la paz.
Fernando Torres, jugador de Chelsea, es en éste momento la persona con la cual me identifico. 
Como es conocido, Torres es un jugador muy criticado por su bajo rendimiento, pero yo lo llamaría desmotivación. Es importante notar que 'El Niño' ha puesto desde el inicio todo su empeño y, aunque no le salgan las cosas, siempre hace lo posible por sacar lo mejor de sí. Desde su fichaje por el Chelsea se esperó mucho de él por su gran pasado y tal vez por eso la gran decepción. El hombre da todo de sí mismo y hace lo mejor que puede y, por cuestiones de suerte, destino, fortuna, no le salen las cosas. Sin embargo no se puede olvidar que las circunstancias son parte de su "fracaso", cosas que no dependen de él, tal vez la mala situación del equipo que pertenece. Como si fuera poco inician las críticas, burlas y aquí inicia el problema principal: la presión y el estrés. Trabajar estresado y bajo presión es la peor situación que puede tener un profesional, si se tiene un rendimiento bajo, con estrés se reduce aún más la productividad. El estado anímico de la persona cae y no puede hacer nada. Las criticas aumentan y por lo tanto también el estrés, hasta que llega el punto de explosión: el individuo se cansa de los problemas y se retira de las causas de sus conflictos. Se desmotivó.
Yo, como estudiante, no como jugador de fútbol que ganó la Copa del Mundo, me siento identificado en cierta manera. Como ya dije, no escribo para quejarme, pero sí me gustaría decir que estoy sobrecargado. He sido buen estudiante, modestia aparte, durante el transcurso de mi juventud, por lo tanto la presión de mantener buenos resultados se mantiene constante. Al crecer, las exigencias crecen junto a mí, pero creo que van creciendo a un ritmo mayor del mio. Quien crea que es mediocridad, está en su derecho, sin embargo creo que no estoy al nivel de tanta presión. Es difícil, yo trabajo, pero no recibo apoyo. Mi familia es mi sustento, pero ellos se mueven en una esfera diferente, el apoyo debe estar en otras personas, no quiero dar nombres, pero hay quienes en vez de ayudar, presionan, critican y sólo generan estrés. Yo sigo acá, buscando formas de desahogo, porque no quiero llegar al punto de explosión, anteriormente explicado. No pido ayuda, no pido que lean ésto, sólo pido que sean felices y no vivan con estrés, porque le hace mucho daño a la vida.

Amor y fútbol, pura estrategia

El fútbol y el amor, las dos cosas que llenan mi corazón. Son dos elementos muy importantes que a simple vista parecen complejos, pero ambos son sólo juegos de estrategia y suerte. 
Así como el amor, el fútbol consiste en crear una estrategia propia, completamente original, a través de la cual se conseguirá la meta: anotar el gol o, en el otro caso, conseguir el corazón. 
Para ganar, el optimismo es fundamental, al igual que la seguridad, saber bien qué se está haciendo y realizar el plan con total confianza es la clave en el camino por el triunfo.
El fin del partido, o de la vida, es el tiempo límite para ejecutar la estrategia; las oportunidades siempre llegan y, si no llegan, se deben crear con esfuerzo, ingenio y un poco de suerte. 

Cuando las oportunidades se presentan llega el momento de arriesgar. Aquí la efectividad es la juez del éxito, hay que saber aprovechar porque El que no los hace, los ve hacer
Esto es todo lo que hay que saber, sólo se necesita aprender a jugar y, con buenas ideas, llegar a ganar.

La vida es un juego de Poker

La vida, como el Poker, es un juego. Tienes unas cartas al principio y a través de tu ingenio, acompañado de un poco de suerte, haces todo lo posible por ganar. Así es la vida; algunos tienen mejores cartas, otros peores, pero lo importante es saber jugar. No siempre gana el de mejor mano, no hay que esperar un As, hay que jugar. Si arriesgas, ganas o pierdes; si pierdes, vuelves a intentar, te caes y vuelves a levantar. Es cuestión de jugar, con el tiempo las cosas mejoran, porque la experiencia te hará mejor jugador, y al final vas a ganar. Éso es la vida.