¿Se puede hablar de un justo medio?

Muchos siglos atrás, cuando los griegos pensaban mucho, un señor filósofo llamado Aristóteles habló por primera vez de un "justo medio" como principio fundamental del bien. 
¿Qué es el justo medio? Simplemente moderación, saber que las cosas se hacen sin exagerar, ni muy poco ni mucho. Un ejemplo: comer fruta se debe hacer, pero no se debe exagerar tampoco, entonces se debe encontrar un medio entre "no comer" y "comer mucho", que sería "comer algunas veces".
Parece muy obvio, pero curiosamente este principio no puede existir. 
Al decir "se debe aplicar el justo medio" hay una contradicción. Al decir "se debe" ya está dando la noción de obligación perpetua: siempre que haya una acción, se debe aplicar el justo medio. 
¿Pero "siempre" no es una exageración? Así es, es demasiado, entonces, por el principio de justo medio, no se puede aplicar siempre, sólo en algunos casos. Es decir, en algunos casos sí, en otros no. 
Pero en tal caso habrá momentos donde no se debe aplicar, por lo tanto el principio está diciendo que no se debe aplicar a veces.
El justo medio parece haberse negado a sí mismo.

Érase una vez y luego dos veces para que terminaran siendo tres

Érase una vez y luego dos veces para que terminaran siendo tres.
Una historia que empezó con un inicio y terminó con un final.
"La tercera es la vencida" dijeron para que fuera especial,
Pero yo no creo, no quiero cambiar nada esta vez.


Fallé al inicio y luego por segunda vez,
Pero creí que cambiaría con el tres.
Sin embargo no fue así, nada especial,
Porque el tres es un número normal.


Tal vez cuatro, cinco, seis o incluso siete,
Tal vez alguien vaya hasta el diecisiete,
No importa el número, sólo que sea natural
Porque los negativos no tienen nada de especial.


Ya no sé que digo, sólo sé que digo algo
Digo algo que simplemente es algo
Pero algo es claro, lo digo otra vez
Y es que después del dos, siempre sigue el tres.

No todo pasa por algo

"No te preocupes que todo pasa por algo", dijeron por ahí. 
Siempre que ocurre algo, positivo o negativo, "pasa por algo", al menos eso dice la sabiduría popular.
¿Las cosas son así? ¿De verdad estamos dispuestos a creer que los acontecimientos que suceden son siempre con un objetivo humano único? 
Creamos o no creamos en un Dios, en un orden natural perfecto o en un destino; nunca estamos libres de pensar que cada uno de nosotros tiene un objetivo en la vida. Algunos quieren felicidad, otros reconocimiento, otros simplemente sufrir lo menos posible, pero todos tenemos un objetivo. Pasamos años enfocándonos en ese objetivo que nos proponemos y, cuando nos alcanzan los percances, decidimos no preocuparnos porque a fin de cuentas "todo pasa por algo". 
Yo no pienso que sea así. Las cosas no "pasan por algo", simplemente pasan. Pasan porque así tenían que pasar. Tenían que pasar porque sí, no sabemos por qué. A mí se me hace descabellado que la naturaleza organice sus eventos de tal manera que nosotros podamos conseguir nuestros objetivos de vida. No es así. Las cosas no pasan por algo, simplemente pasan.
Como ya dije en una anterior entrada, no nos preocupemos por la realidad que nos rodea, simplemente adaptémonos y dejemos que las cosas pasen, sin pensar que "todo pasa por algo".