2013, el año de las inversiones.

Ser estudiante de Economía me ha abierto los ojos en muchos sentidos, pues me permitió percibir la vida de una manera diferente. Esto, sumado a las lecturas de Nietzsche, Hay y Kiyosaki que he gozado durante las vacaciones, ha hecho de mi conciencia algo más rico y humano respecto a la vida.
Se va otro año y quiero continuar mi costumbre de dedicarle unas palabras a los pasados 365 días y reflexionar acerca de lo que viene.
El año que termina lo quiero llamar "El año de las inversiones".
He permitido que el mundo de las inversiones me muestre su magia y reconozco estar completamente encantado, no sólo por ser un campo de éxito sino por mostrarme una perspectiva diferente de la vida. Veo en las inversiones un costo que todos tenemos que cubrir con tal de tener ingresos posteriores que recuperen y hagan rentable ese sacrificio que se vivió al principio.
El 2013 fue eso; el año de los sacrificios, golpes y despedidas que sé que en el futuro me darán grandes ganancias.
¿Qué mayor despedida que abandonar el concepto de familia que tuve durante toda mi infancia y pertenecer a una compuesta de tres personas y no cuatro? Un duro golpe que hoy, atreviéndome a decirlo sin esperar ser mal interpretado, agradezco. Crecí como persona y soy más fuerte e independiente. Una inversión recuperada.
Como si fuera poco, me despedí del Colegio Italiano. Adiós al lugar que me acogió por quince años y me enseñó infinidades de cosas útiles e inútiles. Hoy recuerdo con cariño la época escolar y desearía algunas cosas que viví en dicho momento. Un costo que hoy también veo como recuperado. Perdí la vida escolar pero inicié la universitaria, llena de enseñanzas diferentes y enriquecedoras. He sido acogido por la Universidad Javeriana de manera integral y me siento a gusto en ella.
¡Ni hablar de la gente! Trataré de decirlo sin ser muy duro, pero encontré en la universidad gente de mucha más calidad que la del colegio. Definitivamente fue un salto hacia mejores amistades que las vividas previamente. Hoy en día conservo del colegio las amistades que en realidad me marcaron. Lo que estorbaba ya no está.
Me despido de OnlyChelsea306. Mi programa de radio que me dio experiencias maravillosas llega a su fin, pues debo dedicar mi tiempo a otro tipo de búsquedas. Es un costo que estoy empezando a vivir para percibir mis ingresos, monetarios y no monetarios, en un futuro. 
Y para no ser repetitivo sólo diré que hubo algunas experiencias en este año que me golpearon y hoy veo en ellas una inversión que se recuperó o se recuperará, generando siempre utilidades. 
¡Gracias 2013! Valoro de manera sincera que hayas sido un año difícil. Gracias a todas las personas que me regalaron una sonrisa, una razón para sufrir, una enseñanza o cualquier tipo de aporte en mi vida. Todo lo recibo con los brazos abiertos y un abrazo.
¡Bienvenido 2014! Es turno de gozar de los beneficios generados por las inversiones y, por supuesto, invertir más en experiencias difíciles. 
Estoy dispuesto a crecer como persona, seguir construyendo mis sueños y disfrutar el proceso.


Descansa en paz

Mis humanas limitaciones no favorecen el ligero entendimiento que describe tu muerte. Me es difícil creer que hayas dejado de existir.
Eras tan pequeña...
No viviste más de dos años. Parecías una adulta por tu experiencia de vidas pasadas, pero sabemos muy bien que eras una pequeña en desarrollo. Tenías mucho por entregar y ahora sólo me dejas recuerdos de tu historia. Tu muerte ha sido injusta.
¿Cómo osaste optar por el suicidio? Te veías tan feliz en vida... me cuesta creer que sea posible tanta desgracia, tuya aunque no lo creas, y mía, al ver cómo te desvaneces en una silenciosa agonía.
Lamento no ir a tu funeral.
Descansa en paz.


La mutabilidad del Ser

Soy de esos locos que no relaciona una idea a una persona. Siempre he sido fiel seguidor de la teoría de un Ser en constante movimiento y jamás creeré que una persona es una persona, pues la gente cambia y su esencia muta. Cada noche los cuerpos cambian de ser, para bien o para mal, y por eso la realidad engaña a quienes no se mueven.
Al relacionar el concepto de una persona con ella misma, nos adaptamos a ciertas características basilares que ellos inspiran en nosotros. Pero no, así no funciona. La gente muere cada noche y revive al amanecer. Son personas diferentes, capaces de hacer cosas que el ser del día anterior juraría evitar en toda su existencia.
Todos mis amigos mueren al dormir, y algunos despiertan dispuestos a recibirme. Pero otros no. 
Y, de la misma manera, ese compañero sentimental que encontraste, puede despertar y convertirse en alguien diferente. Alguien dispuesto a hacer cosas que previamente repudiaría. Esa persona murió y tú, ese día, estuviste junto a un monstruo que no elegiste.
Benditos quienes escapen, pues la mutabilidad del Ser engaña al que no cambia, y lo destruye hasta morir. 
Revive diferente, cambia, entiende que la muerte es algo cotidiano y el renacer no implica que esa persona que murió y conociste sea la misma que hoy nace. Puede que una mañana, sin que lo esperes, te encuentres frente a tu mayor enemigo. 
Cambia. 

Majestuosa Luna

Majestuosa Luna, astro de placeres y dolores, digna de los más puros sentimientos y las más hermosas menciones dime tú, ¿cuál es el secreto de tu infinita inspiración?
Hoy, tan noble como siempre, me miras a los ojos sin ningún temor y yo, tímido y enamorado, te grito silenciosamente lo mucho que te admiro. 
Te he buscado en innumerables cantidades de rostros y miradas, te he comparado con mortales y finitos, te he dado un valor que no justifica tu verdadera esencia y hoy, orgulloso y cabizbajo, te pido perdón. Lo lamento. Discúlpame. No te había encontrado.
Pero hoy, al verte en el cielo, acompañada de minúsculas estrellas que aunque cerca no te llenan, comprendí que la Luna no eres tú. Tú, Luna, no eres la Luna. Tú, Luna, somos yo. 
Lamento tardarme, majestuosa Luna, en comprender que tú, solitaria y acompañada, brillas más que lo pensado. Disculpa mi ignorancia, majestuosa Luna, al desconocer tu verdadero valor. Perdóname por favor, majestuosa Luna, porque no fue sino hasta esta noche que comprendí que la mayor belleza está en sí mismo, y por esa razón jamás me has abandonado.
Gracias y perdón, eterno compañero.